BIGSMILE.

Una tarde desesperada en la que sin darte cuenta empiezas a buscar algo, algo que te falta. Buscas en tus recuerdos, abres ese armario de par en par y buscas entre las cosas ahí guardas. Las vas mirando poco a poco y te vas dando cuenta de que la mayoría de las cosas te hacen daño, que las cosas más cercanas, las más recientes no son las mismas de antes y desearías que sí lo fuesen. Entonces lo cierras, prefieres no seguir buscando en él. Te apegas a lo de no mirar hacia atrás, mirar hacia delante, pero ya no puedes, todos tus recuerdos han vuelto de golpe. Algunos felices, otros no tanto pero la mayoría duelen. Entonces decides tirarlo todo, sacar todas las cosas de ese armario y tirarlas por la ventana, sin importar nada hasta que lo vacías y te sientes libre, ya nada puede amarrarte ni hacerte daño. Ahora lo llenas con cosas nuevas con muchos colores y que cuando, en una tarde tonta, lo abras y te eches unas risas sentada con tus amigas en un parque recordando un día en el que jugando le hiciste una herida a la otra en la frente o cualquier gilipollez de las que se hacen cuando estás con tus amigas. Que sonrías de alegría con los abrazos que le das a una persona importante después de meses sin verlo, de los abrazos que te dieron sin ser pedidos cuando realmente los encesitabas, pero del motivo no te acuerdas, no tiene color, no se quedó guardado en tu armario, tú solo recuerdas ese abrazo y ese chiste que aunque fuese malísimo te sacó una enorme sonrisa y te alegró un día que pensabas que estaba perdido. Pinta tu armario de rojo, verde, amarillo o azul, de los colores que te alegren la vista, que te recuerden a personas que te hacen sonreír. Abrelo pero solo para buscar un entretenimiento, nada más. En este armario nuevo solo se guarda lo bueno, lo malo directamente se tira por la ventana.